Al analizar el usuario, que es la persona o animal que va a utilizar el producto, me di cuenta que el servilletero que yo desarrollaría interactúa con dos personas totalmente distintas, o sea que tiene dos usuarios.
Uno es la persona que alimenta con servilletas nuevas el contendor y el otro es la persona que necesita tomar las servilletas del contenedor para utilizarlas.
Entonces en estos casos hay un usuario directo, que es para quien está pensado principalmente y quien utiliza la función general del producto, en mi caso es el niño que requiere de servilletas; y el otro es el usuario indirecto que interactúa con el producto de una forma indirecta, en mi caso es la persona que alimenta de servilletas el contenedor.